Me interesa el aspecto bidimensional de esta obra. Aparece lo que Foucault llama el "juego sobre la superficie", la repetición de las líneas paralelas horizontales y verticales, como resultado del encuadre. Considero que hay un juego sobre la superficie en sentido total, en el que se genera la pintura-objeto, la pintura para sí misma, la presentación de un tema en lugar de su representación. La fotografía le permite a la pintura presentarse, ser vista, la libera de la representación. Se resaltan con más fuerza los aspectos formales de la obra, los colores vibrantes, las pinceladas marcadas, la expresividad personal de la artista. Así como en la música de Debussy o Satie en donde se destaca el aspecto sensitivo de la obra más que su armoniosa composición, en la pintura también comienzan a abandonarse los cánones compositivos académicos.

¿Qué sucederá luego? Me imagino este cuadro como parte de una secuencia de Muybridge.
En el comedor, 1884
Berthe Morisot
óleo sobre lienzo
61 x 50 cm
En esta obra también vemos reflejada la cualidad de la pintura-objeto, en la que aparece la idea de movimiento, del paso del tiempo, y con esto los cambios de la luz en el espacio. Las pinceladas sueltas y los colores vibrantes aumentan este efecto y le otorgan a la imagen un resultado onírico, como de una ensoñación liviana, en la que vemos con mayor vigor la expresividad corporal y emocional del artista, lo que más adelante influenciará, en parte, el movimiento expresionista.

Me imagino sonidos, un viento sutil, liviano, casi melódico.
¿Es el color de las obras de Debussy?
Paseo entre las rocas, 1882
Claude Monet
óleo sobre lienzo
65 x 81 cm
Otro tema central de este estilo y período es la mirada, lo visto y lo invisible. Foucault escribe sobre El ferrocarril de Manet, “el cuadro solo muestra lo invisible” porque son representadas las miradas de lo que se está viendo en lugar del objeto de su visión. En esta pintura no vemos lo que la mujer está viendo, está mirando hacia adelante y quizás incluso le obstruimos la vista. Vemos que otro personaje está mirando hacia arriba y a lo lejos. Somos testigos de este juego de miradas que constantemente nos remite al fuera de campo del cual nosotros no conocemos. Por otro lado, esto influye sobre el punto de vista del artista (a la hora de realizar el cuadro) y sobre el punto de vista que tomará le espectadore, al que se le obliga a moverse, a inquietarse ante que lo que no es posible ver.
¿Que está mirando? ¿Por qué la obsesión del impresionismo de la mirada y lo invisible?
El palco, 1874
Pierre-Auguste renoir
óleo sobre lienzo
63,5 x 80 cm
CUADERNO I
volver